lunes, abril 24, 2017

Entre versos y vasos (de agua)

La mano me pica por escribir, pero mi cerebro le niega ese placer (hasta que se rinde).

Nunca se me ha dado por disfrutar la lectura (y ni pensar en la escritura) de poesía. En serio, pese a ke cuando estaba en el colegio me escogían para declamar (o recitar poemas) en las actuaciones. Sucede que el estilo de declamar era bastante similar en todos los casos. grandes pausas al finalizar los versos, mover los brazos y elevar la voz al terminar la línea; era monótono y repetitivo (aunke los poemas eran distintos). En esa época tenía buena memoria (o al menos eso parecía), así ke no kedaba de otra ke seguir con el plan y aprender el poema y de paso veía cómo mis notas de comportamiento se elevaban, pero era algo ke no disfrutaba mucho.  

Con el pasar del tiempo me di cuenta que cuando uno es niño no entiende algunas cosas que de grande las saca al ojo, y conforme uno se hace más grande, algunas cosas ke detestaste antes, ahora las disfrutas. Me pasó con el metal, con el jazz, con las canciones de José José, El Puma, Daniela Romo, y toda la sarta de artistas/cantantes latinoamericanos y españoles que nos invadió por obra y gracia de las televisoras en la década de los 80 y parte de los 90. Pero me resistía a la poesía, aunke por momentos caía y consegúia disfrutarla, pero por momentos tan cortos que hasta parecía pose. Hasta ke hoy me di cuenta que para apreciarla (en mi caso) no es necesario leer el poema entero (que a veces es interminable), sino revisarlo hasta dar con un "párrafo" que te llame la atención.

Espera, pero eso no sería como los que publican en el facebook partes de citas de libros ke nunca han leído? y descontextualizar el sentido completo? ...es una buena pregunta, pero acabo de pensar en la respuesta: NO. Porque si un verso te llama la atención, es probable (e ideal) que leas el anterior y el siguiente para saber de qué habla... y así, para tener la visión completa, lees todo el poema. Y ya sabes de que va; entonces regresas a tu verso favorito, ahora con el contexto en mente, lo interpretas y lo haces tuyo ...y lo tatúas en tu cerebro. Sí, has leído todo el poema y también sabes de ke va, y has interpretado el verso, lo has desemenuzado, lo has saboreado y ya no es más un conjunto de palabras que al pronunciarlas "suenan bonito", sino que ahora tienen sentido y quizás hasta le den sentido a algunas cosas que has pensado o hecho.

Hace unos minutos, mientras escuchaba "My own prison" de Creed, me topé con unos archivos en mi computadora ...y no recordaba tenerlos. Lo abro y es parte de un email antediluviano, enviado por la mosca azul, que contiene poemas de Pessoa (uno de sus escritores favoritos). Pasé rápido mi vista sobre ellos, y me kedo en un verso, cuya simpleza me atrae.  No necesita palabras rebuscadas para expresarse, y lo dice todo tal cual es, y me sigo kedando en el verso. y sigo revisando y hay más poemas, y caigo en otro verso... y me hace buscar la fuente en san google... y termino encantado. No, no voy a volverme adicto a los poemas (que quede claro, maldita sea!), sigo considerando que no me causan un disfrute brutal, pero por lo versos de hoy, por las ganas de escribir que me dieron, quiero agradecer a la mosca azul, a la poesía y a gente como Pessoa, que nos hacen dar cuenta que no estamos solos, y no lo estaremos jamás.

...
A veces me pongo a mirar una piedra.
No me pongo a pensar si siente.
No me extravío llamándole hermana mía
Pero me gusta por ser una piedra,
me gusta porque no siente nada,
me gusta porque no tiene ningún parentesco conmigo.
Otras veces oigo pasar el viento,
y me parece que sólo para oír pasar el viento vale la pena haber nacido.
...
(extracto de "La espantosa realidad de las cosas" - Fernando Pessoa)

Entonces le agradecí a la mosca azul, en mi mente, por estas palabras, que calaron en ella hace mucho y ahora calan en mi.  Por hacerme tomar un respiro y dejar mis obligaciones para cambiarlas por mi deleite.  Y como me gusta revisar, googleando llegué al siguiente poema, con cuyo extracto me quedo.  Siempre hay algo en la lectura, la música, las fotos, la pintura, los dibujos, las películas, las series con lo que nos sentimos identificados; lo vemos y decimos "aquí estoy yo! yo soy así! yo me parezco! pienso igual!", y tal vez sea así.

...
No tengo filosofía: tengo sentidos…
Si hablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que ella es,
Si no porque la amo, y la amo por eso,
Porque quien ama nunca sabe lo que ama
Ni sabe porque ama, ni lo que es amar…
.
Amar es la inocencia eterna,
Y la única inocencia es no pensar
...
(extracto de "El guardador de rebaños" - Fernando Pessoa)

Ahora, ya satisfecho, seguiré con mis obligaciones (redactar una carta a Indecopi para ser entregada en unas horas a como de lugar), mientras sigo escuchado a Creed (ahora cantado "Higher"), hasta que mis párpados intenten cerrarse (sólo por esta noche).